Había un niño muy muy muy bueno, y su padre, dsesperado intenta que haga algo malo por una vez, entonces un día llega el niño muy emocionado gritando:
-¡Papá, papá, engañé al chofer del bus!
El padre le responde muy contento por la trampa de su hijo y le pregunta:
-¿Cómo, hijo?
El muchacho le responde:
-Le pagué y no me subí.
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